Lo que aprendí del fútbol
Algunas anotaciones con mucho sudor y testosterona
Los mundiales de fútbol siempre me han causado cierta emoción, pienso que son las únicas guerras entre países que valen ser jugadas y televisadas, las únicas batallas a muerte que nos hablan de la capacidad de los humanos, para la única cosa verdaderamente importante: trabajar en equipo. Nunca veo fútbol, únicamente cuando juega la Selección Nacional y una que otra vez cuando acompaño an mis amigos FIFA’s. Cabe decir que el año pasado vi algunos partidos de laa Chaaaaampiooooonssss y entendí lo que significa jugar fútbol de verdad, ¡Qué nivel! Estúpidos y sensuales europeos.
Antes de cualquier otra palabra, quiero mencionar que sé muy poco sobre este deporte, que no me considero aficionada y que no le voy a ningún equipo, al único equipo al que le voy es a México. Por lo demás, lo veo como se mira algo ajeno y desconocido, pero atractivo y atrapante al mismo tiempo, algo así como miro a los hombres.
De las pocas cosas que sé del fútbol que es un gran negocio, de los mayores en todo el mundo y que hay mucho muuuucho dinero de por medio, lo cual lo hace un poco turbio, pero igual se disfruta, igual se sufre. El primer mundial que recuerdo es el de Japón 2002, iba en tercero de primaria y ahí en la escuela ponían los partidos de México, todos los salones lo veían y cuando México anotaba un gol, se escuchaban los gritos estrepitosos al unísono de los alumnos. Qué gran experiencia, qué gran momento para estar vivos y ser niños. Cuatro años después, Alemania 2006 y yo hacía mis primeros trabajos como escritora, hice un artículo gigante en mi entonces MetroBlog ✞ en donde explicaba los detalles y pormenores del mundial, así como una lista con fotos y datos de los futbolistas más guapos. En ese entonces tenía muy claro que lo único que podía importarle a las niñas de mi edad, era ver hombres guapos en short, corriendo atrás de un balón; ese artículo fue todo un éxito.
De Sudáfrica 2010 sólo recuerdo el waka waka de Shakira, pero de Brasil 2014 recuerdo uno de los días más tristes en todo el país. Maldita sea no era penal. Ese día fui con mi (entonces) novio a ver el partido al cine, la pantalla grande, las butacas llenas, a un paso de llegar al quinto partido, el gol de Giovani se gritó hasta el cielo, todos felices, extasiados, emocionados, pero duró poco, después de eso EL DRAMA TOTAL, primero el gol de Holanda y luego llegó el penal. EL SILENCIO total en la sala. La rabia, la tristeza. Estuvimos tan cerca. No era penal. Pocas veces se ha sentido tanta tristeza en todo el país como en esa ocasión y gracias al fútbol. De Rusia 2018: no tengo recuerdos, cero, no hay, no existe, 2018 fue un año muy dificil para mí, solo intentaba sobrevivir entonces no me sorprende; pero ahora se viene lo chido: Qatar 2022.
Un mundial extraño, lleno de sangre, conflictos y controversias y mis intentos de hacer protesta fracasaron y después de los primeros partidos empecé a verlos todos y ha sido de las experiencias más chistosas de la vida. El fútbol logra una cosa increíble que es emocionar, enfurecer, gritar, aplaudir, pone a prueba tu sistema nervioso y los pulsos de tu corazón, todo eso, en las casi dos horas que duran los encuentros, si nos va bien y no hay penales, porque si llegan los penales, se sufre -y se goza- al triple.
De los aprendizajes que me dejó este mundial 2022 fueron:
Que están muy graciosas las traducciones al español. Para empezar recién caigo en cuenta que se llama fútbol por la pronunciación del inglés foot/ball que literal significa pie/balón o como le dicen en España “balón pie”, así tal cual. Que pronuncio “futbol” pero siempre lo escribo con tilde “fútbol”, porque me gusta cómo se ve escrito con ese adornito. Otra traducción graciosa española es el “Goalkeeper”, acá en México es “portero” (por puerta ?) pero en España es literal “guarda meta”. Y se grita “GOOOOL!” por “goal”, o sea meta. Por lo que meter un gol sería “meter una meta”. Que meta un meta a la meta.
Que qué bonita persona es el Messi, estuve todo un día viendo videos del hombre dando entrevistas y ay, yo quedé enamorada de ese bonito ser jajaja además qué pedo con su historia de amor toda bonita con la Antonella y su familia toda cute con sus tres hijitos, ay no, el verdadero quién pudiera, verdaderamente.
Las protestas y actos de manifestación del mundial fueron de lo mejor, en especial las de #PalestinaLibre y las de Irán. ¡Aguante Irán! ¡Aguante Palestina!
Las celebraciones de Marruecos de los futbolistas con sus mamás fueron lo más ❤ ¡Marruecos merecía ganar! ¡Aguante Marruecos!
Que está chido mirar fútbol solita, pero que sin duda mirar los juegos con amigos o con desconocidos borrachos, es de las experiencias más geniales e inolvidables de la vida. Cuando no tengan con quien mirar un partido de fútbol, vayan a algún pub bar, se ponen buenos.
Que el fútbol se parece al amor: no se trata de merecer. Se trata de suerte, de azar y del plan divino (eso es mejor que pensar que solo son arreglos monetarios u.u) No importa qué tan bueno seas en todo el partido, si no cae gol, no ganas, así hayas jugado mejor que el oponente. Igual en el amor, no importa qué tanto te esfuerces, al final el amor lo ganan ciertas personas por razones inexplicables.
Que al igual que el amor, no sé nada de fútbol. Pero me gusta mucho verlo, me divierte y me emociona muchísimo… como el amor.
Que está muy increíble todo lo que provoca el fútbol, ahora entiendo a los hombres que se obsesionan con eso jajaja es más, pónganse a oír completo el himno de la Champions y hasta les van a dan ganas de llorar jajaja. Si no tengo un novio FIFA’s, yo seré el novio FIFA’s.
Que qué importante es el trabajo en equipo, quizá si los mexas aprendiéramos a trabajar en equipo las cosas serían diferentes también para el fútbol.
Que no importa que tan decepcionado estés de tu selección, siempre podrán decepcionarte más y siempre, -igual que los hombres-, podrán hacerte creer que hay esperanza y volverás a creer en ellos, para luego volverte a decepcionar -jajaja nocierto-, porque nos gusta la ilusión del “what if we finally win this”.
Que es demasiado sexi ver a hombres héteros CIS, sucios y sudorosos corriendo persiguiendo un balón.
Que la mayoría de futbolistas son muy feos. Pero por ese mínimo porcentaje de hombres guapos, hace que valga la pena verlo, además de bueno por la trama, obviamente. La trama:
Que qué deporte tan emocionanteeeeeeee, lleno de emociones tan diversas: nervios, enojo, felicidad, euforia, llanto, frustración, desencanto, decepción, festejo absoluto y excitación: igualito a enamorarse.
Que no sé nada del amor, ni de hombres, ni de fútbol, pero todos me encantan. La Santísima trinidad. Que Dios me perdone.
